La rosácea es una afección crónica de la piel que se manifiesta principalmente en el rostro, caracterizada por enrojecimiento, vasos sanguíneos visibles, y a veces, protuberancias similares al acné. Aunque puede afectar a cualquier persona, es más común en individuos de piel clara y mujeres de mediana edad. Factores como la exposición al sol, el estrés, alimentos picantes y el alcohol pueden desencadenar o empeorar los síntomas.

La dermatitis seborreica es una afección cutánea crónica que provoca enrojecimiento, descamación y picazón en áreas ricas en glándulas sebáceas, como el cuero cabelludo, la cara y el pecho. Esta condición, a menudo relacionada con un crecimiento excesivo de un tipo de levadura llamada Malassezia, puede variar en gravedad. Aunque su causa exacta no se conoce completamente, factores como el estrés, el clima frío y el uso de productos irritantes pueden exacerbar los síntomas. El tratamiento incluye champús medicados, cremas antimicóticas y medidas para reducir la inflamación y controlar la producción de sebo.

La alopecia areata es una enfermedad autoinmune que provoca la caída repentina del cabello en áreas redondas o en parches del cuero cabelludo y otras partes del cuerpo. Esta condición ocurre cuando el sistema inmunológico ataca por error los folículos pilosos, interrumpiendo el crecimiento normal del cabello. Aunque puede afectar a personas de cualquier edad, género o etnia, la causa exacta de la alopecia areata no se comprende completamente. En algunos casos, el cabello puede volver a crecer espontáneamente, mientras que en otros puede requerir tratamientos como corticosteroides, terapias inmunosupresoras y técnicas de estimulación del crecimiento capilar.

La alopecia androgenética, también conocida como calvicie común, es una forma de pérdida de cabello que afecta tanto a hombres como a mujeres. Esta condición se caracteriza por un adelgazamiento progresivo del cabello en el cuero cabelludo debido a factores genéticos y hormonales. En los hombres, suele manifestarse como una recesión de la línea del cabello y pérdida de cabello en la coronilla, mientras que en las mujeres generalmente se presenta como un adelgazamiento difuso en la parte superior del cuero cabelludo. La alopecia androgenética está asociada con una sensibilidad aumentada a la hormona dihidrotestosterona (DHT), que acorta el ciclo de crecimiento del cabello. Los tratamientos incluyen medicamentos como el minoxidil y finasterida, terapias de luz láser y, en algunos casos, cirugía de trasplante capilar.

Las verrugas virales son crecimientos cutáneos benignos causados por el virus del papiloma humano (VPH). Estas lesiones pueden aparecer en diversas partes del cuerpo, incluyendo manos, pies, cara y genitales, y varían en apariencia desde pequeñas y planas hasta grandes y abultadas. Las verrugas se transmiten por contacto directo con la piel infectada o superficies contaminadas. Aunque son inofensivas y suelen desaparecer por sí solas con el tiempo, pueden ser molestas o antiestéticas. El tratamiento incluye métodos como crioterapia, aplicación de ácidos, láser y medicamentos tópicos para eliminar o reducir las verrugas.

Las cicatrices de acné son marcas permanentes en la piel que resultan de brotes de acné severo. Estas cicatrices pueden manifestarse como depresiones, agujeros, o áreas elevadas en la superficie de la piel y son el resultado de la inflamación y el daño a los tejidos cutáneos durante el proceso de curación del acné. Existen diferentes tipos de cicatrices de acné, incluyendo cicatrices atróficas (como las de tipo ice pick, boxcar y rolling) y cicatrices hipertróficas o queloides. El tratamiento para mejorar la apariencia de estas cicatrices puede incluir terapias con láser, microneedling, peelings químicos, rellenos dérmicos y procedimientos quirúrgicos menores, todos diseñados para estimular la regeneración de la piel y reducir la visibilidad de las cicatrices.

Los lunares, también conocidos como nevos, son pequeñas áreas pigmentadas en la piel que resultan de la agrupación de células productoras de pigmento llamadas melanocitos. Pueden variar en color, forma y tamaño, siendo generalmente de tonos marrones o negros. Los lunares suelen ser benignos y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, a menudo desarrollándose durante la infancia y adolescencia. Aunque la mayoría de los lunares son inofensivos, es importante monitorear cualquier cambio en su apariencia, como crecimiento, cambio de color, bordes irregulares o sangrado, ya que pueden ser indicativos de melanoma, un tipo de cáncer de piel. Si se observan cambios sospechosos, se recomienda consultar a un dermatólogo para una evaluación profesional.

El herpes es una infección viral causada por el virus del herpes simple (VHS), que se presenta en dos tipos: VHS-1 y VHS-2. El VHS-1 generalmente causa herpes oral, manifestándose como ampollas o llagas en y alrededor de los labios, mientras que el VHS-2 suele provocar herpes genital, con lesiones dolorosas en la zona genital y rectal. Ambos tipos de herpes son altamente contagiosos y se transmiten a través del contacto directo con las lesiones o fluidos corporales de una persona infectada. Una vez contraído, el virus permanece en el cuerpo de forma latente y puede reactivarse en momentos de estrés, enfermedad o debilitamiento del sistema inmunológico. Aunque no existe cura para el herpes, los tratamientos antivirales pueden ayudar a reducir la severidad y frecuencia de los brotes, así como a disminuir el riesgo de transmisión.

La dermatitis de contacto es una inflamación de la piel que ocurre cuando ésta entra en contacto con una sustancia irritante o alergénica. Se caracteriza por enrojecimiento, picazón, hinchazón y, en algunos casos, formación de ampollas. Existen dos tipos principales: la dermatitis de contacto irritativa, que resulta del daño directo a la piel por sustancias químicas como detergentes o solventes, y la dermatitis de contacto alérgica, que ocurre cuando el sistema inmunológico reacciona a una sustancia específica, como níquel, látex o ciertos cosméticos. El tratamiento incluye la identificación y evitación del desencadenante, el uso de cremas corticosteroides para reducir la inflamación y la aplicación de emolientes para mantener la piel hidratada.